La Plaza de Armas del Cusco está rodeada de construcciones a modo de arcos, denominados portales. Es increíble, pero muchos de los cusqueños no conocen el verdadero origen del nombre de los portales que adornan la plaza principal de esta hermosa ciudad.
Cuando hablamos de los portales de la Plaza de Armas del Cusco, toda nuestra atención se refleja en los recuerdos de estos hermosos edificios arqueados que decoran la plaza principal del Cusco. Probablemente ahora haya algunos que recuerden los días de viajar a través de portales, pero no pensaron que fuera lo suficientemente importante, o tal vez sí. La verdad es que ahora hay ocho portales, mientras que en la época colonial eran 7 portales.
Este es el primer portal conocido, se encuentra al lado derecho de la Catedral del Cusco, y según registros históricos, fue construido incluso antes que la capilla familiar. Durante la época colonial fue llamado Portal del Comisario de la Inquisición. Conservó ese nombre hasta aproximadamente 1895, cuando el lugar pasó a ser conocido y bautizado como Portal de Carnes.
Recordemos que la Plaza de Armas del Cusco también funcionaba como mercado entonces existían pobladores que en este portal ubicaron sus puestos de venta de carnes, por el cual denominaron al Portal del Comisario de la Inquisición como el Portal de Carnes. Actualmente, mantiene el nombre.
El segundo portal que visitamos en este recorrido es el Portal Harinas, y sí, se llama así porque los vecinos o dueños de las casas aledañas solían vender harina; Se vendía habitualmente harina de trigo, maíz, frijol, chuño y jora; Este último era el ingrediente principal en la preparación de la famosa chicha de jora, bebida sagrada de los incas. Años antes de este nombre la portada llevaba la portada de mármol de Carbajal debido a la construcción de la casa de Don Francisco de Carbajal, más conocido como el “Demonio de las Antidas”
DON FRANCISCO
La historia nos cuenta que, Don Francisco en 1548 perteneció a las fuerzas de Gonzalo Pizarro durante la Batalla de Jaquijahuana en Anta; Luego de la derrota de esta batalla, Pedro de la Gasca ordenó golpear y desmembrar a don Francisco, para luego colocar partes de su cuerpo en cuatro puntos estratégicos a la entrada de la ciudad del Cusco. Poco después, el rey de España, Don Francisco, ordenó que la casa fuera completamente derribada y sustituida por sal y una lápida que decía “traidor a la corona”.